"Elizabeth M. Rojo describe con nostalgia y cariño la casa de la abuela de nuestra infancia. Ese lugar donde todos los familiares, vecinos y amigos se reunían cuando se iba la luz o simplemente a pasar tiempo. Ese lugar donde las familias crecían de manera horizontal o vertical. Nos hace añorar aquellos tiempos donde podíamos disfrutar la compañía de amigos y familiares sin presión del tiempo y donde estar presente era un hecho. Nos ayuda a enseñarle a nuestros niñ@s sobre nuestra cultura colectiva, cálida y como nos alimentamos de la presencia continua de otros en nuestro día a día."